Con una selección de 300 obras entre carteles, folletos y programas, la exposición muestra el protagonismo que adquirió la ilustración gráfica para publicitar San Sebastián, y por extensión Gipuzkoa, como destino turístico.

Clima ideal. Carteles de verano se podrá visitar en el Museo San Telmo del 1 de julio al 15 de octubre. Reúne en torno a 300 piezas, principalmente carteles, creados entre la década de 1880 y  la de 1960.  Su comisario, Mikel Lertxundi Galiana, escribe así sobre la exposicón en el catálogo que se ha editado:

Clima ideal es el lema de un cartel de 1934 que anunciaba San Sebastián recurriendo a sus bondades climatológicas frente a otros muchos de los atractivos que habían sido recurrentes en su propaganda. Manolo Prieto se sirvió en su diseño de un termómetro que señalaba los apacibles 22 grados centígrados de media que en ella se alcanzaban en verano, y que constituían un reclamo clave para los visitantes que buscaban refugio contra las extremas temperaturas del interior del país. Esta exposición, en cambio, se apropia de las resonancias polisémicas del eslogan para analizar la potencia gráfica mediante la que la ciudad, la  provincia de Gipuzkoa y su multitud de eventos estivales se publicitaron con la ilustración como vehículo. Entre finales del siglo XIX y la década de los sesenta del XX -tal vez la última en la que el dibujo mantuvo todavía una preponderancia que, en adelante, perdería en favor de la fotografía-, se dio un clima idóneo para el desarrollo del diseño turístico: la demanda, el talento y los medios de producción confluyeron para propiciar este valioso legado, del que se presenta ahora una extensa selección.

A pesar de su amplitud, la muestra exhibe los restos de un naufragio. Todos estos carteles, folletos y programas se concibieron con un propósito efímero. Anunciaban temporadas veraniegas y acontecimientos que tenían implícita la breve vigencia del soporte. La extinción de muchas de las entidades e imprentas que los promovieron y produjeron, los traslados y expurgos de sus archivos, y un largo etcétera de situaciones adversas, en las que se mezclan los avatares del tiempo e, incluso, una guerra civil, han provocado su difícil subsistencia. Si han llegado hasta hoy es por una combinación de factores, entre los que ha sido fundamental la sensibilidad de unas pocas personas para su salvaguarda, atendiendo tanto a su valor creativo como evocador de una época. Entre ellas estuvieron los propios artistas, que, además de preservar sus creaciones, ocasionalmente coleccionaron las de otros compañeros.

No es ésta, por tanto, una historia del cartel en Gipuzkoa, pues deja al margen aquellos que parten de un estímulo comercial y político. Y, aunque en algunos casos se aluda a cuestiones estilísticas, su principal aspiración es el relato de los contextos que los propiciaron y la manera en la que tomaron forma gráfica de la mano de los mejores dibujantes de este periodo. Entre las aproximadamente  trescientas piezas que la forman hay algunas muy conocidas, otras menos, y unas cuantas que han permanecido inéditas durante casi un siglo. Vistas en conjunto explican la construcción de una identidad turística.

En la exposición tenemos la oportunidad de comprobar cómo el cartel se erigió, por su gran poder de seducción, en un influyente medio de comunicación gracias a esa simbiosis extraordinaria que se creó entre arte y mensaje. El resultado de esa unión fue la producción de carteles modernos y vanguardistas que funcionaron a la perfección como reclamo publicitario.

Alrededor de 90 artistas, provenientes de distintas disciplinas, se dan cita en esta muestra; a ellos debemos que en la actualidad podamos disfrutar de este legado.


VISITAS GUIADAS

  • Martes: 10:30 (cas) + 18:00 (eus)
  • Sábados: 10:30 (eu) + 18:00 (cas)

Visitas gratuitas, hay que adquirir la entrada al museo. Inscripción web del museo
Además, se pueden concertar visitas para grupos.

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