Hasta el 29 de marzo de 2020

Señor
La jaula se ha vuelto pájaro
y se ha volado
y mi corazón está loco
porque aúlla a la muerte
y sonríe detrás del viento
a mis delirios
(…)

El despertar, Alejandra Pizarnik

«A partir de esa referencia literaria que son las palabras de la gran poeta argentina Alejandra Pizarnik se configura esta exposición que recorre el trabajo de la artista Teresa Ramón y en la que he trabajado como comisaria. Una jaula que es pájaro y que vuela, una muerte a la que aullar, la sonrisa, el viento… elementos simbólicos que personifican la fuerza del trabajo pictórico de una artista poderosa, reconocida en 2015 con el Premio Aragón Goya, del que parte esta muestra.

Como comisaria del proyecto, mi planteamiento ha sido trazar un recorrido visual que reivindique las aportaciones de Ramón a la plástica reciente desde su innovadora forma de pintar o su mirada adelantada en el tiempo… Así, el trabajo de Ramón se presenta en distintas series realizadas en épocas muy distintas y con gran distancia temporal pero, justamente eso, es otra de las cuestiones a destacar: su particular mirada, su capacidad de creación más allá de las modas, que no permite distinguir la antigüedad o cercanía de un trabajo (a menos que nos fijemos en la fecha de la cartela), porque Ramón trabaja desde la óptica de lo simbólico y, por tanto, cualquier trabajo realizado hace una década tiene la misma impronta moderna que uno en el que esté trabajando actualmente.

El estudio de la artista, su personalidad, su fuerza… son parte también de este trabajo que vemos en las paredes del museo. No podemos desligar su huella personal de estas figuras que habitan sus obras. Tanto es así que en 2018 el cineasta Alejandro Cortés la hizo protagonista de su documental “Carrasca”, ampliamente premiado.

Una de las particularidades que quiero destacar en esta exposición es la cercanía, casi personal, que Ramón mantiene con el color, con el pigmento, su tratamiento, su aplicación y su posterior conversión en obra final. “El color está enamorado de ti”, le dijeron una vez… y es precisamente ese cromatismo el que domina las obras, que ocupa con fuerza el lienzo, que nos sobrecoge ante cada una de las pinturas. Hay en las obras un interés equilibrado en la forma y en el color, en encontrar un punto intermedio adecuado donde ambos confluyan. Ese color que es, en el caso de Ramón, casi imprimado en la tela, casi parte de ella, absolutamente impregnado del pigmento, casi matérico… a la par que juega con las formas y su dimensión expresiva.

También es relevante en el trabajo de Ramón la presencia indiscutible de mujeres poderosas, fuertes, categóricas… adelantándose en su representación a muchas de las cuestiones que hoy se reivindican desde la Historia del Arte. Esa nueva lectura del canon, que busca incluir a las olvidadas y reconocer su trabajo, encuentra en el trabajo de Ramón una aliada, peleando contra la historia misma y contra los contextos que remaban a la contra. La figura misma de una artista que trabajaba la pintura es, de por sí, casi revolucionaria, teniendo en cuenta las dificultades que las mujeres hemos tenido tradicionalmente para abrirnos camino en las Bellas Artes. La brecha de género también tiene su correspondencia en el arte no sólo con todas esas “grandes mujeres artistas” por las que se preguntaba Linda Nochlinen 1971, sino por las dificultades para afianzar una carrera profesional en el sector.»

Semíramis González Fernández.
Serie Crónicas de Laberintos. Crónica de los ríos de oro. 27 x 38 cms. Técnica mixta sobre papel, 2016


La pintora oscense Teresa Ramón presenta una rigurosa selección de obras realizadas entre 2014 y 2019, en el Instituto Aragonés de Arte y Cultura Contemporáneas (IAACC) Pablo Serrano de Zaragoza. La exposición ha sido producida por el Gobierno de Aragón con motivo de la concesión a la artista del prestigioso Premio Aragón Goya en 2015, que a lo largo de su historia, solo otras dos mujeres han recibido, Louise Bourgeois y Julia Dorado.

Atendiendo a la diferente naturaleza y cronología de las obras seleccionadas, la comisaria ha realizado un recorrido donde se descubre la transformación experimentada por Teresa Ramón en los últimos años. Su producción pictórica, fechada entre 2018 y 2019, la que da la bienvenida al espectador, presenta grandes lienzos de un intenso cromatismo y una abstracción geométrica muy particular que alude constantemente a la figura del laberinto, elemento simbólico vertebrador de toda la creación realizada en esta última etapa. Frente a la luminosidad de estas obras, la comisaria ha querido mostrar al espectador una selección de lienzos anteriores donde predomina todavía la figuración y atmósferas más tenebrosas que muestran las diferentes formas de abordar su pintura más reciente.

La exposición ofrece, asimismo, la obra más intimista y de pequeño formato, correspondiente a las dos series en papel realizadas entre 2014 y 2016. Por un lado, el cuaderno Proceso de una resurrección, diario visual creado durante su reconstrucción física y emocional tras situarse al borde la muerte por una enfermedad casi terminal sufrida en 2014, y del que, junto a su exhibición en vitrina, se reproduce la totalidad de sus páginas (anverso y reverso) en un mural donde el espectador puede observar con detalle la singular iconografía del dolor creada por la autora. Por otro lado, Crónica de laberintos, la segunda serie que el visitante se encontrará como broche de la exposición, consistente en un conjunto de dibujos realizados por Teresa Ramón tras su recuperación e incorporación a la práctica artística y que, como anuncia en su título, están protagonizados por el laberinto como metáfora del devenir de la vida.

Los visitantes tendrán la oportunidad de  contemplar, lo que se  considera su obra maestra, el gran mural de 70 metros de largo,  «Le jeu de vivre», que Teresa Ramón realizó para el patio del Museo de Huesca en 2018, y que se concibe como una línea temporal de la humanidad, pero también de su propia, dilatada y compleja experiencia vital.

El catálogo realizado analiza con detalle, desde diferentes perspectivas, su obra artística y su profunda convicción y entrega como creadora, a través de los textos realizados por Semíramis González Fernández, Yolanda Peralta Sierra, Luis Alegre Saz y María Luisa Grau Tello.